El pasado día 29 de noviembre, durante el concierto que Machine Head estaba dando en Bruselas, el guitarrista Phil Demmel abandonó el escenario cuando un energúmeno le lanzó un zapato que impactó en su cabeza.
Al ser alcanzado por el zapato, Phil intentó seguir tocando durante unos segundos pero decidió coger su guitarra y abandonar el escenario. El resto de la banda terminó de tocar la canción a pesar de la partida de su compañero. Está claro que el resto de asistentes no tenía culpa de que un malnacido actuara de esta forma, pero creo que Demmel hizo lo correcto y en el caso de que todos decidieran haber parado no se le podría reprochar nada.
Se trata de grandes artistas que dan espectáculos en el que entretienen a multitud de personas y que en ningún caso merecen ser tratados así cuando en ningún momento provocan al público. Otro caso fue el sucedido por los lamentables acompañantes en la gira de Machine Head, Bring Me The Horizon. Su cantante demostró lo niñato que sigue siendo provocando a la gente que tras no soportar más las chulerías del penoso vocalista, saltaron al escenario atacando a los miembros de la banda e incluso provocando una lesión en una mano a su guitarrista. La violencia nunca está justificada pero en el caso de Phil Demmel, es aún más injustificable ya que lo único que quería era divertir a sus seguidores.
Os dejo el vídeo de lo sucedido. La acción se da en el minuto 3:35:
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